¿Conoces los tipos de guantes que existen y cuál es su uso correcto?
Los guantes son una barrera física que protege tanto a los trabajadores de los servicios sanitarios como a los usuarios que acuden a dichos servicios de tres maneras generales: en la prevención de la contaminación de las manos de los trabajadores cuando entran en contacto con sangre, fluidos, secreciones, líquidos corporales, piel no intacta; reduciendo la probabilidad de que los microorganismos existentes en las manos de los trabajadores se transmitan a los usuarios y reduciendo la probabilidad de que las manos de los trabajadores contaminadas con microorganismos de un usuario se puedan transmitir a otro (infecciones cruzadas).
Recomendaciones generales al uso de guantes:
- Lavar y secar las manos antes de colocar los guantes.
- El uso de guantes no sustituye el lavado de manos.
- Llevar las uñas cortas y no utilizar anillos ni pulseras por peligro de rotura del guante.
- Cubrir con un apósito cualquier herida localizada en las manos.
- Conservar los guantes alejados de fuentes de calor y de la acción de la luz solar.
- Elegir el guante del tamaño apropiado, evitando que esté flojo especialmente en la punta de los dedos ya que se pierde sensibilidad y aumenta el riesgo de punciones o cortaduras.
- Evitar dañar los guantes cuando se sacan del envase.
- Se quitarán los guantes contaminados inmediatamente al acabar la técnica correspondiente, antes de tocar superficies ambientales limpias, depositándolos en el cubo adecuado.
- Se lavarán las manos inmediatamente después de la retirada de los guantes.
- No se deben meter los guantes usados en los bolsillos.
- Cuando el lavado de manos se realiza con solución hidroalcohólica, los guantes que se utilicen no deben contener polvo.
Tipos de guantes:
- Guantes de látex:
Componen una barrera efectiva frente a agentes patógenos sanguíneos y otros agentes infecciosos. Ofrecen buena resistencia a la rotura y a pinchazos accidentales y pueden ser con polvo o sin polvo y estériles y no estériles.
* Estériles:
- Para uso quirúrgico (frecuencia de cambio 1-3 horas).
- Para técnicas asépticas de enfermería/curas (frecuencia de cambio 15-30 minutos).
* No estériles: de exman para tareas de enfermería que no requiera condiciones estériles (frecuencia de cambio 15-30 minutos).
- Extracciones sanguíneas, retirada de vías periféricas, manejo de muestras y análisis clínicos, limpieza de material y manejo de secreciones, fluidos, orina…
- Administración y eliminación de residuos citotóxicos (doble guante grueso y sin polvo).
- Otras prácticas sin protocolo de esterilidad y que requieran protección.
- Guantes de vinilo:
Para tareas de corta duración, con riesgo mínimo o nulo de exposición a sangre y otros. Ofrecen mayor permeabilidad y menos resistencia que el látex y el nitrilo, aunque tienen menos adaptabilidad a la mano que el guante de látex. Son guantes no estériles, con polvo o sin polvo y están indicados para tareas de bajo riesgo.
Frecuencia de cambio: 15 minutos.
- Guantes de nitrilo:
Ofrecen una amplia resistencia a productos químicos y a agentes biológicos, así como a las roturas y a los pinchazos accidentales. Son aptos para personas que sufren alergias. Pueden ser estériles o no estériles y están indicados para tareas con alto riesgo biológico o químico.
Frecuencia de cambio: 15-30 minutos.
¿Conoces nuestro curso en Apoyo en la organización de intervenciones en el ámbito institucional? Te ayudará a conseguir el Certificado de profesionalidad, un título imprescindible desde el 1 de enero de 2016 si quieres trabajar con personas mayores y dependientes.